Biocombustibles no tan Bio

Leo en el país un interesantísimo artículo de opinión de Gustavo Duch Guillot - Director de Veterinarios Sin Fronteras. Por lo visto el señor Al Gore estuvo el pasado día 23 en Barcelona dando una conferencia y vendiendo la moto con los biocombustibles y sus ventajas. Ya conocéis la opinión que tengo sobre el exvicepresidente de los USA, no me fio ni un pelo.

Quiero hacer un inciso y mostrar mi perplejidad sobre la moda que se ha extendido entre los políticos retirados de reconducir su carrera una vez la naranja política ha dejado de derramar zumo. ¿Qué ha pasado con aquellos políticos que una vez retirados rara vez volvíamos a saber de ellos?

En fin, a lo que íbamos. El señor Gore como muy bien dice Duch Guillot ha impulsado la conciencia ecológica al primer plano de la actualidad, pero ¿por qué? ¿Quizá se aburría? ¿O realmente sus intenciones no esconden ningun lado oscuro?

Tras la sarta de mentiras presentadas en su mediática película "Una verdad incómoda" ahora viene a decirnos que el futuro pasa por utilizar los biocarburantes, pero lo que no cuenta es lo que el Director de veterinarios sin fronteras nos explica en su artículo, que para fabricar biocarburantes es imprescindible:

1. El uso intensivo de petróleo y de fertilizantes nitrogenados causantes de emisiones de óxido nitroso, un gas responsable del temido efecto invernadero.
2. Talar o quemar millones de hectáreas de bosques mucho mayores que la superfície de España e Italia juntas. Tanto la tala como la quema de estos bosques supone el 18% de las emisiones de CO2.

El artículo llega a la conclusión de que "los agrocombustibles no ofrecen soluciones de protección del medio ambiente" ya que con su fabricación "emitimos más CO2 del que teóricamente nos ahorramos".

Entonces, ¿a qué juegan? ¿no os huele a chamusquina que de repente el exvicepresidente de los USA Al Gore, y su actual presidente George Bush, se interesen tanto por la promoción de los agrocarburantes? A mi sí, y mucho más cuando veo a gente como al Director de Veterinarios Sin Fronteras dudar de las intenciones de estos nuevos "salvamundos".