Cuando leo este tipo de titulares me entra la risa, hablar de coches ecológicos o como ellos los llaman cuidadosos con el medio ambiente me recuerda a aquello de las bombas inteligentes. Para mi un coche tiene de ecológico lo que una bomba de inteligente. Y si además este coche está fabricado en China os puedo asegurar que de respetuoso con el medio ambiente no tiene nada.
Que un producto final, es decir una vez salido de fábrica y ya en manos del consumidor final no contribuya a empeorar excesivamente las tasas de dióxido de carbono suspendido en el aire no significa que sea un producto ecológico. La vida de un producto empieza mucho antes de su llegada al escaparate y se prolonga más allá del abandono por parte de su dueño. Y este es el error en el que constantemente caemos y del que se aprovechan titulares como este.
Existen muchos ejemplos, sin ir más lejos en Chengdú uno de los medios de transporte más utilizados son los ciclomotores eléctricos, provistos de una batería recargable son ideales para desplazarse por la ciudad, sobretodo si como en esta apenas hay grandes pendientes. En un principio parece una solución excelente, no consume carburantes de ningún tipo ni hace ruido. El problema viene cuando su dueño decide deshacerse del vehículo y a la vez de la batería. Hablo con desconocimiento de causa pero el poco tiempo que llevo en China me ha hecho ver la poca conciencia ecológica que tienen los chinos y me sorprendería mucho saber que las baterías no acaban tiradas por cualquier descampado o desguace. Las baterías o pilas, como todos sabemos, contienen productos altamente contaminates, pudiéndose filtrar a través del suelo y llegar así hasta las aguas subterráneas con el peligro que eso supone para la salud pública y el medio ambiente en general.
Uno de los muchos problemas que tiene China es la polución, os puedo asegurar que es exagerada, en todas las grandes ciudades existe una gran industria que por lo general es poco o muy poco respetuosa con el medio ambiente y eso que en los últimos tiempos se han hecho grandes mejoras.
Con todo esto lo que os quiero decir es que de nada sirve fabricar un producto final respetuoso con el medio ambiente si el proceso de fabricación del mismo no es a su vez respetuoso. De la misma manera este producto una vez haya cumplido con su uso y le haya llegado la hora de ser desechado este debe ser controlado y a ser posible reciclado. Por ejemplo, las bombillas de bajo consumo "tienen una duración hasta ocho veces mayor y proporcionan la misma cantidad de luz consumiendo entre un 20 y un 80% de la electricidad que precisan las lámparas incandescentes" por lo que "una sola de estas bombillas compactas es capaz de economizar durante su periodo total de uso unos 140 litros de petróleo o 150 kilos de carbón. La combustión de estos combustibles fósiles se la ahorran las centrales eléctricas y, por lo tanto, se reducen las emisiones de CO2", pero si una vez se han estropeado las tiras junto con la basura corren el peligro de romperse derramando el vapor de mercurio que contienen, un producto altamente contaminante. Así que no me vengan con que un coche es ecológico porque ni tan siquiera los solares lo son ya que requieren de baterías, en todo caso lo que tendrían que decir es que comparados con los coches convencionales contaminan mucho menos que al fin y al cabo es de lo que se trata.
motocicletas eléctricas
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario