Pues sí hasta aquí hemos llegado, o al menos yo, y es que una vez pasada esta semana de vacaciones he decidido no reincorporarme a las clases de chino y dedicarme al 100% a trabajar para tener lista lo antes posible nuestra empresa.
Son muchas las razones que me han hecho tomar esta decisión pero la principal es sin duda que nuestra estancia en China lamentablemente está llegando a su fin. Como muchos sabréis a finales de Agosto regresamos a Barcelona con la intención de empezar a trabajar para nosotros mismos, es decir, montar nuestra propia empresa. La idea ya está "bastante" madurada, de hecho ya hace varios meses que trabajamos en ello buscando sobretodo contactos en China e intentando tener atado y bien atado todo aquello que no podamos hacer una vez dejemos el país.
Una vez resuelta más o menos esta etapa me toca programar el portal web, herramienta indispensable para poder desarrollar nuestra actividad pues sin ella no hay negocio.
Es un trabajo muy laborioso y cansado que requiere de mucho tiempo y más si tenemos en cuenta la embergadura del proyecto. Hasta ahora había ido compaginando las clases de Chino con el trabajo sin porblemas pero había llegado un punto en el que el nivel de las clases era muy alto, tanto que me exigía dedicación total y exclusiva al estudio del chino para poder seguir las clases.
Solo deciros que estoy satisfecho del nivel de chino que he alcanzado, no se puede comparar al de Ruth, mi pareja, pero no está mal, suficiente para mantener una conversación no demasiado profunda, ir de compras, indicarle al taxista a donde hay que ir, pedir comida en un restaurante, quejarme del precio de un determinado artículo, chillarle al conductor desde el fondo del autobús que se espere a que podamos bajar y en fin, poder resolver satisfactoriamente mil y una situaciones como estas con las que a diario nos encontramos en este maravilloso y extraño país.
miércoles, 9 de mayo de 2007
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